Cuatro hombres y una mujer son juzgados en Dolores en julio de 2003 por contratar seguros de vida con falsos documentos y luego asesinar al titular simulando un accidente, para luego cobrar la póliza que los tenía como beneficiarios. Gabriela Urrutibehety reescribe en clave ficcional esta “discreta geografía criminal” y logra capturar la atención del lector a lo largo de todas sus escenas.

Ambientada en la provincia de Buenos Aires de fines de la década de los noventa, la historia emerge cuando los retazos de ciudades, de sitios, de nombres, de accidentados y muertos son hilvanados gracias a la intervención de un fiscal adjunto de un juzgado pobre de un pueblo perdido. Así, el acertijo se resolverá cuando aparezca un testigo, la pieza fundamental del rompecabezas, que permitirá tejer con los cabos sueltos una red y llevar a los sosperchosos a juicio.

¿Dar sentido?, ¿tener sentido?, ¿quién narra la historia?, ¿cuál es el rol de la justicia?, son algunas de las preguntas que atraviesan esta novela que le rinde homenaje a lo mejor del género policial.