Autor/es: Mary Ablin
Editorial: Ciccus
Edición: 2013
Encuadernación: rústica
Páginas: 64
Idioma: español
ISBN: 9789876930284

Serie de la Memoria

“Para Mary Ablin -dice el novelista, poeta y periodista Hugo Barcia en el prólogo de este libro- los recuerdos del pasado, la rememoración de la lucha del ayer y el amoroso despertar del día que está por venir se construyen en una advertencia de identidad, en una reafirmación de lo que fuimos y seremos.”

Hugo Barcia apunta que estas poesías “…también apelan a la memoria y el sostienen como una bandera, en tanto que reivindican la militancia y se aprietan de dolor ante la muerte.”

“Mary escribe poesía -afirma Barcia- con la misma decisión con que corta la madera: un solo martillazo, una sola hendidura en esas vetas, dice mucho. Si alguien afirma, refiriéndose al tiempo de nuestras penurias “tiempo cortante como diente de invierno, ¿qué más habrá que decir?”

“Cuando la propia geografía se hace ausencia”, sostiene Mary Ablin, y la extranjería se abría a los ojos de tantos de los nuestros “como un paradero sin luz” y no había consuelo. Así surgían almanaques “sin feriados para lágrimas” y sólo podía sentirse una “nostalgia feroz, por cálidos amores desterrados.”

Qué lejos -comenta Barcia- estaban aquellos hermanos del destierro de “aquel camino del sur que se hace río”, por culpa de quienes desvariaban “sueños coloniales”. Cuando ella le dice a los niños apropiados que la mañana podrá ser “si descubres en tus párpados llovidos”… (sic) “un aliento de amor interrumpido”, uno no puede sino emparentar ese ruego con esta nueva oportunidad que alumbra a la argentina. Algo así como un segundo despertar después de una pesadilla narcotizante en la que nos hicieron creer en una identidad que no nos pertenecía. La Patria ha sido un niño apropiado que ahora sueña sueños de “bandera, abrazada al calor de los encuentros.”

“Esta es Mary Ablin, señoras y señores, -continúa Barcia- la que ha visto a la Patria sufriente y vuelta a florecer, la que alucina vientos que se lleven sombras…”

Poemas militantes - Mary Ablin - Libro

$8.500
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Autor/es: Mary Ablin
Editorial: Ciccus
Edición: 2013
Encuadernación: rústica
Páginas: 64
Idioma: español
ISBN: 9789876930284

Serie de la Memoria

“Para Mary Ablin -dice el novelista, poeta y periodista Hugo Barcia en el prólogo de este libro- los recuerdos del pasado, la rememoración de la lucha del ayer y el amoroso despertar del día que está por venir se construyen en una advertencia de identidad, en una reafirmación de lo que fuimos y seremos.”

Hugo Barcia apunta que estas poesías “…también apelan a la memoria y el sostienen como una bandera, en tanto que reivindican la militancia y se aprietan de dolor ante la muerte.”

“Mary escribe poesía -afirma Barcia- con la misma decisión con que corta la madera: un solo martillazo, una sola hendidura en esas vetas, dice mucho. Si alguien afirma, refiriéndose al tiempo de nuestras penurias “tiempo cortante como diente de invierno, ¿qué más habrá que decir?”

“Cuando la propia geografía se hace ausencia”, sostiene Mary Ablin, y la extranjería se abría a los ojos de tantos de los nuestros “como un paradero sin luz” y no había consuelo. Así surgían almanaques “sin feriados para lágrimas” y sólo podía sentirse una “nostalgia feroz, por cálidos amores desterrados.”

Qué lejos -comenta Barcia- estaban aquellos hermanos del destierro de “aquel camino del sur que se hace río”, por culpa de quienes desvariaban “sueños coloniales”. Cuando ella le dice a los niños apropiados que la mañana podrá ser “si descubres en tus párpados llovidos”… (sic) “un aliento de amor interrumpido”, uno no puede sino emparentar ese ruego con esta nueva oportunidad que alumbra a la argentina. Algo así como un segundo despertar después de una pesadilla narcotizante en la que nos hicieron creer en una identidad que no nos pertenecía. La Patria ha sido un niño apropiado que ahora sueña sueños de “bandera, abrazada al calor de los encuentros.”

“Esta es Mary Ablin, señoras y señores, -continúa Barcia- la que ha visto a la Patria sufriente y vuelta a florecer, la que alucina vientos que se lleven sombras…”