Autor: Julio Bernaldo de Quirós
Editorial: Barry

Dedico esta obra a los jóvenes compositores de América, que poseen inquietud en el espíritu, belleza en el corazón, tenacidad en el estudio y confianza en el venturoso porvenir de la Música.

Julio Bernaldo de Quirós

Prólogo

Muchos hechos se están produciendo en el ambiente musical argentino que hacen prever un cambio, un mejoramiento, un desarrollo mayor en esta actividad.

Cuando me preguntaron, no hace mucho tiempo, qué consideraba más evolucionado en la Argentina, si el público, la composición, la enseñanza, la crítica, la interpretación o la empresa editorial, contesté que todas estas manifestaciones van al mismo paso, pues la superación en cualquiera de estas ramas trae generalmente aparejad un esfuerzo similar en las demás.

El artista puede ser, en algunos casos, un fenómeno individual que surge aislado en un ambiente adverso y sin estar respaldado por una tradición. Pero cuando aparece en un país una escuela de compositores que trabajan con toda seriedad, podemos estar seguros de que junto a ésta habrá también un grupo de intérpretes inteligentes, un público entusiasta que sigue las manifestaciones artísticas y algunos críticos responsables que se encargan de hacer resaltar el esfuerzo que realizan creadores y ejecutantes.

Por eso cuando aparece en la Argentina un libro sobre un tema de especialización musical, creo que es una señal de que nuestra cultura se va superando. Por esta razón he acogido siempre con entusiasmo estas manifestaciones del pensamiento. Elementos de Rítmica Musical de Bernaldo de Quirós es, pues, otro paso importante en ese sentido. En primer lugar, como índice de progreso cultural, y en segundo término, porque su publicación es de vital importancia para los jóvenes estudiantes de música.

Existen muchas personas vinculadas al arte que opinan que el creador es un ser intuitivo. Estas personas se imaginan a Beethoven componiendo en un rapto de inspiración sobrenatural, o a Baudelaire escribiendo de un trazo las sublimes ideas poéticas surgidas de un sueño nocturno. La realidad es muy diferente. Es cierto que el Arte se nutre de inspiración, pero para poder llevar esta inspiración a una realización concreta es necesario tener un oficio. Como me dijo cierta vez mi gran amigo, el célebre director Erich Kleiber: “El arte debe partir del corazón y pasar por la inteligencia”. También el genial músico Manuel de Falla expresó un pensamiento similar con las siguientes palabras: “Cuanto hay de emoción en el Arte se ha producido de una manera inconsciente por el artista; pero este no habría podido exteriorizarla, darle forma, sin tener una preparación consciente y absolutamente completa de su oficio”.

Los grandes artistas del pasado y del presente han tenido y tienen un dominio perfecto de su técnica. Muchos de ellos, como Rameau, se sentían halagados cuando se los consideraba hombres de ciencia, pues veían en su arte un instrumento del saber con el cual podían expresar sus ideas y emociones.

Todos lo que de una u otra manera trabajamos en la música tenemos, pues, el deber de proporcionar a los nuevos creadores que nos seguirán las posibilidades materiales para desarrollar su técnica. De este modo podrán más tarde expresar sin trabas su verdadero pensamiento.

En general, el estudio del ritmo ha sido muy descuidado en nuestro país. Se ha enseñado la armonía, el contrapunto, las formas y la orquestación, pero los problemas rítmicos han pasado a segundo plano. Y es un error, pues el ritmo es uno de los elementos de la música y el que determina  toda la estructura de la obra.

El libro de Julio Bernaldo de Quirós, alumno y amigo mío, tiene, pues, una importancia esencial, no sólo porque la materia es de primordial necesidad, sino –como dije anteriormente- porque no existen en nuestra lengua tratados sobre este tema que tengan un valor definitivo. Este tratado ha sido escrito con un amplio criterio pedagógico al presentar al lector un panorama completo y un estudio histórico de los problemas rítmicos contemporáneos. En este sentido, puedo decir que llega al fondo mismo del tema, pues presenta todos los elementos de información necesarios para tener una visión completa del asunto.

El libro resultará indudablemente de gran provecho para todos los que se interesan en los problemas musicales. Los que deseen profundizar con un criterio técnico el estudio del ritmo, encontrarán aquí una base fundamental que les servirá de guía. Aquellos que sólo buscan una información sumaria sobre algún punto determinado, también quedarán satisfechos, pues cada capítulo presenta, con absoluta claridad, un problema diferente. Pero este libro será particularmente valioso para los jóvenes compositores, pues estoy convencido de que al perfeccionar sus conocimientos podrán realizar sus obras con un acabado dominio de la técnica. Y esto ya es mucho en el Arte.

Alberto Ginastera
Buenos Aires, julio de 1955

Elementos de rítmica musical - Julio Bernaldo de Quirós - Libro

$4.980
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Autor: Julio Bernaldo de Quirós
Editorial: Barry

Dedico esta obra a los jóvenes compositores de América, que poseen inquietud en el espíritu, belleza en el corazón, tenacidad en el estudio y confianza en el venturoso porvenir de la Música.

Julio Bernaldo de Quirós

Prólogo

Muchos hechos se están produciendo en el ambiente musical argentino que hacen prever un cambio, un mejoramiento, un desarrollo mayor en esta actividad.

Cuando me preguntaron, no hace mucho tiempo, qué consideraba más evolucionado en la Argentina, si el público, la composición, la enseñanza, la crítica, la interpretación o la empresa editorial, contesté que todas estas manifestaciones van al mismo paso, pues la superación en cualquiera de estas ramas trae generalmente aparejad un esfuerzo similar en las demás.

El artista puede ser, en algunos casos, un fenómeno individual que surge aislado en un ambiente adverso y sin estar respaldado por una tradición. Pero cuando aparece en un país una escuela de compositores que trabajan con toda seriedad, podemos estar seguros de que junto a ésta habrá también un grupo de intérpretes inteligentes, un público entusiasta que sigue las manifestaciones artísticas y algunos críticos responsables que se encargan de hacer resaltar el esfuerzo que realizan creadores y ejecutantes.

Por eso cuando aparece en la Argentina un libro sobre un tema de especialización musical, creo que es una señal de que nuestra cultura se va superando. Por esta razón he acogido siempre con entusiasmo estas manifestaciones del pensamiento. Elementos de Rítmica Musical de Bernaldo de Quirós es, pues, otro paso importante en ese sentido. En primer lugar, como índice de progreso cultural, y en segundo término, porque su publicación es de vital importancia para los jóvenes estudiantes de música.

Existen muchas personas vinculadas al arte que opinan que el creador es un ser intuitivo. Estas personas se imaginan a Beethoven componiendo en un rapto de inspiración sobrenatural, o a Baudelaire escribiendo de un trazo las sublimes ideas poéticas surgidas de un sueño nocturno. La realidad es muy diferente. Es cierto que el Arte se nutre de inspiración, pero para poder llevar esta inspiración a una realización concreta es necesario tener un oficio. Como me dijo cierta vez mi gran amigo, el célebre director Erich Kleiber: “El arte debe partir del corazón y pasar por la inteligencia”. También el genial músico Manuel de Falla expresó un pensamiento similar con las siguientes palabras: “Cuanto hay de emoción en el Arte se ha producido de una manera inconsciente por el artista; pero este no habría podido exteriorizarla, darle forma, sin tener una preparación consciente y absolutamente completa de su oficio”.

Los grandes artistas del pasado y del presente han tenido y tienen un dominio perfecto de su técnica. Muchos de ellos, como Rameau, se sentían halagados cuando se los consideraba hombres de ciencia, pues veían en su arte un instrumento del saber con el cual podían expresar sus ideas y emociones.

Todos lo que de una u otra manera trabajamos en la música tenemos, pues, el deber de proporcionar a los nuevos creadores que nos seguirán las posibilidades materiales para desarrollar su técnica. De este modo podrán más tarde expresar sin trabas su verdadero pensamiento.

En general, el estudio del ritmo ha sido muy descuidado en nuestro país. Se ha enseñado la armonía, el contrapunto, las formas y la orquestación, pero los problemas rítmicos han pasado a segundo plano. Y es un error, pues el ritmo es uno de los elementos de la música y el que determina  toda la estructura de la obra.

El libro de Julio Bernaldo de Quirós, alumno y amigo mío, tiene, pues, una importancia esencial, no sólo porque la materia es de primordial necesidad, sino –como dije anteriormente- porque no existen en nuestra lengua tratados sobre este tema que tengan un valor definitivo. Este tratado ha sido escrito con un amplio criterio pedagógico al presentar al lector un panorama completo y un estudio histórico de los problemas rítmicos contemporáneos. En este sentido, puedo decir que llega al fondo mismo del tema, pues presenta todos los elementos de información necesarios para tener una visión completa del asunto.

El libro resultará indudablemente de gran provecho para todos los que se interesan en los problemas musicales. Los que deseen profundizar con un criterio técnico el estudio del ritmo, encontrarán aquí una base fundamental que les servirá de guía. Aquellos que sólo buscan una información sumaria sobre algún punto determinado, también quedarán satisfechos, pues cada capítulo presenta, con absoluta claridad, un problema diferente. Pero este libro será particularmente valioso para los jóvenes compositores, pues estoy convencido de que al perfeccionar sus conocimientos podrán realizar sus obras con un acabado dominio de la técnica. Y esto ya es mucho en el Arte.

Alberto Ginastera
Buenos Aires, julio de 1955