Autor/es: Margarita Stolbizer / Silvina Martínez
Editorial: Margen Izquierdo
Edición: 2019
Encuadernación: rústica con solapa
Páginas: 312
Idioma: castellano
Tamaño: 15 x 23 cm
ISBN: 9789874961037

Cristina no es sincera. No dice la verdad. No quiere decirla. Hacerlo sería reconocer lo obvio: que ella, la ex presidenta de la Nación y su marido, el ex mandatario fallecido Néstor Kirchner, fueron los autores y principales beneficiarios de una red delictiva que robó sistemáticamente fondos del Estado desde un lugar de sumo privilegio: el cargo más alto en la función pública, la presidencia. Ella miente porque si dijera la verdad tendría que involucrar a sus propios hijos, Florencia y Máximo, a los que hizo partícipes de esos negocios turbios. Negocios que nacieron en la provincia de Santa Cruz y ampliaron su radio de acción hasta concentrarse en el centro de las finanzas nacionales, y que consistieron en una acumulación de capital sin precedentes, fundamentalmente a través de la compra de hoteles y otros inmuebles. Negocios de los que participaron personas cercanas y allegados que también se enriquecieron a costa del Estado, es decir, del bolsillo de los argentinos. Y que contaron con la ayuda de funcionarios que Cristina Fernández y Néstor Kirchner nombraron discrecionalmente, y de jueces y fiscales que hicieron la vista gorda.

Ella miente - Margarita Stolbizer / Silvina Martínez - Libro

$6.980
Ella miente - Margarita Stolbizer / Silvina Martínez - Libro $6.980
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Casa Mundus Moreno 1157 timbre "B", Monserrat, Buenos Aires, Argentina. - Lunes a Viernes de 11hs a 16hs.

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Autor/es: Margarita Stolbizer / Silvina Martínez
Editorial: Margen Izquierdo
Edición: 2019
Encuadernación: rústica con solapa
Páginas: 312
Idioma: castellano
Tamaño: 15 x 23 cm
ISBN: 9789874961037

Cristina no es sincera. No dice la verdad. No quiere decirla. Hacerlo sería reconocer lo obvio: que ella, la ex presidenta de la Nación y su marido, el ex mandatario fallecido Néstor Kirchner, fueron los autores y principales beneficiarios de una red delictiva que robó sistemáticamente fondos del Estado desde un lugar de sumo privilegio: el cargo más alto en la función pública, la presidencia. Ella miente porque si dijera la verdad tendría que involucrar a sus propios hijos, Florencia y Máximo, a los que hizo partícipes de esos negocios turbios. Negocios que nacieron en la provincia de Santa Cruz y ampliaron su radio de acción hasta concentrarse en el centro de las finanzas nacionales, y que consistieron en una acumulación de capital sin precedentes, fundamentalmente a través de la compra de hoteles y otros inmuebles. Negocios de los que participaron personas cercanas y allegados que también se enriquecieron a costa del Estado, es decir, del bolsillo de los argentinos. Y que contaron con la ayuda de funcionarios que Cristina Fernández y Néstor Kirchner nombraron discrecionalmente, y de jueces y fiscales que hicieron la vista gorda.